UN ÁRBOL, UN HIJO, UN LIBRO... (No necesariamente en ese orden)

Hace algunos años, no tantos como para no recordar, plantábamos pinitos en el terreno de la Escuela Secundaria Técnica No. 9. En algún momento del trabajo, el profe comentó que una forma de trascender en la vida era plantando un árbol, teniendo un hijo y escribiendo un libro. Personalmente creo que la afirmación es válida, aunque no absolutamente, puesto que hay diversas formas de trascender. Pero volviendo a la frase, que seguro muchos conocen, se siente un orgullo especial y un gusto enorme al ver el bosque de la Técnica 9, con árboles robustos y aún en pleno crecimiento, tanto más al recordar que en algún momento eran pequeños pinitos que plantamos alumnos de diversas épocas, con la guía de los maestros. Por otro lado, la vida me ha dado la oportunidad de tener no solo un hijo, sino cuatro y más recientemente una pequeñita hermosa recién nacida que es nada menos que mi nieta. En cuanto al libro, también he tenido la satisfacción de ver publicado uno, al que junto con mi compañera y coautora le dedicamos un buen tiempo de nuestra vida, para presentar finalmente, gracias al apoyo del programa PACMYC, nuestros "Cuentos de la Sierra Tarahumara". Hace ya tres años de eso y la modesta edición de mil ejemplares está a punto de agotarse.
Puede parecer poca cosa, un librito con unos pocos cuentitos, editado de forma bilingüe, pero es bastante, mirando las cosas con el cariño y la devoción que le pusimos al proyecto. Yo espero que no sea el único, trabajo en ello, es decir, hay más material de donde echar mano, solo hay que seguir buscando y tratar de conseguir los apoyos editoriales necesarios. Por lo pronto, para quien no lo conozca, me permito aquí un pequeño espacio para la promoción y también anuncio que en este blog estaré compartiendo, para quien quiera leer, algunos de los cuentos de este libro.