No tuve oportunidad de asistir al último informe de Martín Solís y la rendición de protesta del doctor Andrés Balleza como Presidente Municipal de Guachochi para el período 2010-2012. Escuché parte del mensaje de ambos a través de la XETAR.
Me queda claro que quienes presenciaron ambos -la sesión de cabildo donde Martín Solís rindió el último informe de su administración municipal y la protesta de ley del doctor Andrés Balleza- convertidos en un solo evento, quizá por razones de austeridad económica o civilidad política o las dos cosas, disponen de muchos más elementos para hacer un análisis de este inédito cambio de poder en el que el PRI, como partido político, deja el control de la administración municipal al PAN, luego del triunfo "con un margen no tan amplio", dijo el doctor Balleza, en las elecciones del pasado mes de julio.
La segunda administración de Martín, bastante controvertida, estuvo marcada por un desgaste sistemático de su imagen, que se hizo más fuerte en el último año, contribuyendo a ello la polarización de la política local.
Con esa tendencia que tenemos a magnificar lo negativo, en la opinión pública de Guachochi calaron fuerte los comentarios que se fueron deslizando sobre dispendios escandalosos de funcionarios municipales, la mala calidad de los servicios, la falta de atención, calles llenas de baches, la entrada al pueblo convertida en un desastre, los problemas relacionados con la seguridad pública y probables hechos de corrupción, entre otras cosas que contribuyeron, junto con el enrarecimiento del clima político en los días y meses previos a las elecciones, a dar un toque distintivo en términos negativos al gobierno municipal que finalizó recientemente.
Independientemente de las irregularidades que pueda haber, que si las hay, deben investigarse a fondo y deslindar responsabilidades, para que no se queden solamente al nivel de comentarios, creo que es justo analizar las cosas de manera equilibrada y desde una óptica desprovista de apasionamientos políticos. En ese sentido creo que podemos encontrar que hubo también obras y acciones positivas, sobre todo una gestión muy amplia para conseguir recursos para obras de gran magnitud e impacto que están encaminadas, como carreteras, infraestructura educativa, obras de agua, entre otras. Sin dejar de reconocer que muchas expectativas no se cumplieron y que hay una gran cantidad de tareas pendientes.
El doctor Balleza asume su función al frente del gobierno municipal en un ambiente de mucha esperanza para Guachochi, hay la confianza en que su liderazgo puede traer muchas cosas buenas. Con todo y el desconcierto del cambio y el hecho innegable de que mucha gente perdió su empleo, con todo y que antes de iniciar su gobierno ya enfrentaba críticas por la conformación de su equipo de trabajo, con todas las cosas que podamos poner en contra, lo cierto es que hay grandes expectativas en el cambio.
Escuché parte del mensaje que dio con motivo del acto protocolario de protesta, tanto de él como de la síndica y regidores que conforman el ayuntamiento. Lo que yo encuentro en ese mensaje es una actitud conciliadora y de trabajo, que espero se mantenga y que sus colaboradores le sigan el ritmo.
Vamos a ver como se siguen dando las cosas. De entrada creo que hay que dar un poco de tiempo para que la nueva administración municipal se ubique, empiece a trabajar y a darle forma a los compromisos realizados en campaña. Creo también que esta nueva administración debe tomar con naturalidad el hecho de que tendrá muchos ojos puestos encima y en cierta forma se estará generando presión, precisamente por las grandes expectativas que se han creado, que ojalá se cumplan, porque de esta forma todos saldremos ganando.
